domingo, 2 de marzo de 2014

Mono, sí...pero con educación



Hace un tiempo me hablaron de algo muy curioso. Me contaron una noticia un tanto sorprendente, sobre un estudio que llegaba dede EE.UU. concretamente de la Universidad de Princeton.

La noticia es llamativa porque se habla de unos simpáticos monos. De la familia de los primates, estos monos titíes son los grandes protagonistas de este post.





¿Quién no opina que estos monos sean simpáticos? ¿A quién no le parecen que son graciosos? Claro que lo son, pero lo que más destaca es una cualidad que muchos de nosotros, como humanos, nos falta o hemos perdido por el camino: la educación que tienen entre ellos durante su conversación.

Mucho más civilizados se muestran a la hora de respetar el turno de palabra entre ellos. Increíble, ¿a qué sí? Pero los investigadores de la Universidad mencionada anteriormente, han observado que esta clase de primates tiene unas normas de educación durante sus conversaciones muy parecidas a las de los humanos. Bueno…más bien, parecidas a las de algunos humanos. Se ven mucho más civilizados que algunos tertulianos de los programas de televisión.

Son capaces de conversar educadamente, mostrando respeto y silencio cuando otro se encuentra interviniendo en la conversación.

Muchos de nosotros deberíamos coger ejemplo ya que hay muchas personas que aún no han sabido evolucionar en ese aspecto y siguen pisoteando las conversaciones de los demás.

El tití es un primate sociable y amistoso. Tiene una forma de comunicarse muy parecida a la nuestra y emite sonidos vocales. Esto es lo que permitió a los científicos formular la siguiente hipótesis: los monos titíes podían mantener un autocontrol y respeto a sus semejantes.

Hicieron una prueba, colocando a diferentes primates de esa misma raza en las esquinas de una habitación. No podían verse, sólo oírse. Mantenían una conversación y fueron observando que había turnos de palabra, con un intervalo de cinco segundos tras cada respuesta.

La investigación tenía como objetivo principal, estudiar los orígenes evolutivos de la comunicación entre los miembros de un grupo, lo que nos lleva a afirmar que es un excelente modelo animal que nos puede ayudar a localizar el por qué de ciertos trastornos en la comunicación humana.


¿De verdad todos hemos evolucionado de la misma forma en este aspecto?

Yo creo que no y, ciertamente, a las pruebas me remito. Muchos tertulianos que nos deberían marcar el ejemplo a seguir así como otros tantos expertos en comunicación, tienen que tomar nota del comportamiento de estos pequeños y simpáticos monos. 

Esperaremos pacientemente a que sea así y nos ofrezcan unas intervenciones en los que sí se respeten los turnos de palabra. Bueno…no solo los turnos de palabra, sino la base de toda comunicación, que es una buena educación.

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